Luego Israel se dividió en Israel y Judea. En el año 722 a. de C. el norte fue invadido por asirios y en el año 586 el sur fue conquistado por babilonios. Los judíos se preguntaban por qué se había disuelto su reino y estaban sometidos a tantas desgracias, por ello creían que Dios los había castigado por su desobediencia y por haber incumplido los mandamientos.
Pasaban los años y surgían profetas que decían que se acercaba el día del Juicio Final. Otros decían que Dios salvaría a unos pocos y tendrían un final feliz
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